CUAL ES EL APORTE DEL TABACO A LA SALUD

Cual es el riesgo de la interacción de la adicción al tabaco y la obesidad.

EITOM

4/9/2024

En artículos anteriores hemos profundizado en las consecuencias de padecer obesidad. En este caso hablamos de la obesidad o sobrepeso en relación a un hábito para nada saludable pero totalmente naturalizado por la sociedad.

Aunque existe una relación inversa entre el tabaquismo y la obesidad, es decir, las personas que fuman parecen tener un riesgo menor de ser obesas, esta relación cambia con el tiempo.

Así, las personas que fuman inicialmente tienden a ser más delgadas, pero a medida que pasan los años, el hábito de fumar comienza a interferir con las actividades físicas, lo que lleva a un estilo de vida sedentario, y puede conducir al desarrollo de otros comportamientos compulsivos. Por lo tanto, el riesgo de obesidad aumenta en personas que fuman durante muchos años.

El tabaquismo y la obesidad son dos componentes de riesgo graves para nuestra salud, ya que eleva la posibilidad de padecer enfermedades que en algunos casos no se podrán curar definitivamente

  • Enfermedades cardiovasculares como aterosclerosis, hipertensión y enfermedad coronaria

  • Diabetes tipo 2, una condición que reduce la sensibilidad de las células a la insulina y afecta el metabolismo de la glucosa. Por esto es que el tratamiento es aplicar cada día insulina inyectable para compensar la cantidad que necesita el cuerpo.

  • Problemas pulmonares y respiratorios, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y apnea del sueño.

Tratamientos para perder peso al dejar de fumar

Tabaquismo y peso corporal.

El beneficio de dejar de fumar en la salud es incuestionable, sin embargo, la ganancia de peso es uno de los principales problemas que pueden aparecer en las personas que desean o dejan de fumar.

Muchas veces en el intento de revertir esta situación algunas personas vuelven a fumar pensando que perderán el peso ganado. La ganancia de peso por dejar de fumar se produce en el 80% de las personas. Se calcula que quienes dejan de fumar aumentan en promedio 4 ó 5 kg en los próximos 6 meses después a la abstinencia. Este incremento depende de dos variables: por un lado, el aumento compensatorio de la ingesta calórica, y por otro lado por la disminución del gasto calórico basal que genera la ausencia de nicotina.

Medidas que pueden ayudar a controlar el peso:

Realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad física ayudará a mantener el peso corporal, disminuirá la tensión emocional, ansiedad y generará una sensación de bienestar. Priorizar la calidad de la comida que ingerimos y mantener bajo control la restricción calórica, evitando la inclusión de alimentos con alta densidad en azúcar. Para aumentar la saciedad, se debe aumentar la cantidad de alimentos con alto contenido de proteína (pescado, pollo o carne roja) y de fibra (verduras). Evitar bebidas con alta densidad energética (bebidas azucaradas o alcohol) y priorizar la ingesta de agua natural (al menos 2 L por día). Establecer horarios de comidas e intentar mantenerlos cada día. Tomar pequeñas cantidades de alimento y masticar despacio.

Algunos fármacos y la terapia de reemplazo de nicotina (TRN), pueden limitar el aumento de peso durante el tratamiento. Sin embargo, esta limitación desaparece cuando el fármaco se interrumpe, y en algunos casos el fármaco no tiene efecto a largo plazo. Como conclusión, puede decirse que dejar de fumar propicia que una persona aumente su peso corporal, sin embargo, se puede prevenir o controlar este aumento si se refuerzan las medidas para lograr un cambio en el estilo de vida. Por ello, el médico encargado del tratamiento para la pérdida de peso debe enfatizar repetidamente a sus pacientes que dejar de fumar disminuirá su riesgo de padecer enfermedades graves.

  • Cáncer, incluido el cáncer de pulmón, vejiga, mama, colon y próstata

  • Trastornos metabólicos, que van desde desequilibrios hormonales hasta niveles elevados de colesterol y triglicéridos

  • Empeora los síntomas y las lesiones esofágicas provocadas por el reflujo gastroesofágico.

  • Incrementa el riesgo de aparición de la úlcera de estómago y duodeno.

  • Influye en la enfermedad inflamatoria intestinal. En la enfermedad de Crohn, el consumo de tabaco se relaciona con peor evolución, sobre todo en mujeres.

  • Factor de riesgo para la patología vascular intestinal

  • Factor de riesgo para el desarrollo de pancreatitis, con acción sinérgica con el alcohol.

  • Además, tanto el tabaquismo como la obesidad pueden hacer que el tratamiento de otras enfermedades sea más difícil y menos efectivo.

¿Es posible dejar de fumar sin aumentar de peso?

El aumento de peso es una realidad para muchas personas que dejan de fumar, y puede ser aún más intenso en aquellas que ya tenían sobrepeso antes.

Por lo tanto, dejar el hábito de fumar sin aumentar de peso puede ser un desafío, pero es posible con la adopción de algunas estrategias:

  • Práctica regular de actividad física

  • Seguimiento nutricional

  • Psicoterapia

  • Uso de medicamentos

De esta forma, es posible controlar los síntomas de abstinencia de la nicotina, además de tratar cualquier posible problema de salud que esté asociado al tabaquismo. Estos enfoques se utilizan comúnmente en los programas de tratamiento para dejar de fumar

Al comparar los beneficios con las desventajas de dejar de fumar, indudablemente el tema de la ganancia de peso pasa a un segundo plano. Si bien, la ganancia de peso en exceso, se asocia en el largo plazo al desarrollo de enfermedades cardiovasculares como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial y disminución de la capacidad pulmonar6, se debe discutir con el paciente la posibilidad de dirigir los esfuerzos a la cesación tabáquica y luego reducir el peso corporal ganado mediante cambios en los hábitos de alimentación, actividad física, el uso de fármacos y en algunos casos cirugía metabólica o bariátrica.